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Desde su anuncio oficial en 2009 y con cada año que pasaba, Chrome OS llamaba mi atención cada vez un poquito más. Su promesa de simplicidad y rapidez era difícil de ignorar, más aún cuando mi antigua PC le tenía la guerra declarada a Windows (debido a sus componentes internos desactualizados).
Sin embargo, debo admitir que mi Chromebook cayó en mis manos casi por accidente. Todo empezó cuando un familiar cercano (de esos que no se llevan bien con la tecnología) decidió meterse de lleno en el mundo de la Internet, por lo que decidió comprar un portátil y me pidió que lo aconsejara al respecto. Después de un poco de investigación, mi consejo fue que se comprara el Acer Chromebook C720, ya que en ese momento era el Chromebook con el mejor balance entre calidad y precio (2GB de RAM, procesador Intel Celeron y un SSD interno de 16GB a un precio de 165€).
Hoy por hoy el panorama no ha cambiado mucho y podemos encontrar chromebooks actualizados en Amazon España por unos 200 euros. De hecho, hace no mucho compartimos un listado con los mejores chromebooks por menos de 300 euros, algo que puede interesar a los más curiosos.
Lo que no me esperaba, es que a dicho familiar le regalarían otro portátil antes de que se completara el envío de la Chromebook y que eventualmente, el Chromebook caería en mis manos de forma permanente.
Luego, como cosa del destino, la tarjeta madre de mi PC pasó a mejor vida, lo que me motivó a convertir dicha Chromebook en mi único equipo informático, tanto para el trabajo como para mi tiempo libre. Así las cosas, llevo 6 meses utilizando un Chromebook como único equipo informático y estoy aquí para contaros mis experiencias.
6 meses con un Chromebook: Lo bueno, lo Malo y lo Diferente
Lo bueno de usar un Chromebook
El aspecto más destacable de Chrome OS es su rapidez. Este sistema operativo corre de manera muy fluida incluso en los portátiles más básicos, he ahí la inmensa popularidad de las Chromebooks.
Como mencioné anteriormente, yo usé el Acer Chromebook C720 y a pesar de sólo poseer 2 GB de RAM y un procesador Intel Celeron, prácticamente no experimenté ningún problema de lag o rendimiento y los pocos que experimenté, fueron 50% mi culpa y 50% culpa de la poca compatibilidad de Chrome OS (básicamente, estaba tratando de correr una app no oficial y Chrome OS me demostró por qué no la hizo oficial en primer lugar).
Claro, estos 2 GB de RAM garantizan el reinicio automático de las pestañas cuando tengas más de 10 o 15 de ellas abiertas, pero somos muy pocos los que necesitamos tantas páginas abiertas a la vez y de hecho, con Chrome OS aprendí a organizar mejor el uso de las pestañas.
Para ser más específicos con respecto a esta “rapidez” de la que tanto hablo, me refiero a que no tardaba ni 30 segundos encendiendo el portátil e iniciando sesión. Luego de que iniciaba sesión, el único tiempo de espera era el de mis apps conectándose a Internet, y ese tiempo también desaparece si tu conexión es lo suficientemente rápida.
Durante mi tiempo con este Chromebook, lo usé para editar fotos, escribir, ver películas, entre otras cosas básicas y aunque no pude usar programas más completos como Photoshop ni jugar ninguno de mis juegos favoritos; fue más que suficiente para cumplir con la mayoría de mis tareas laborales y personales.
Lo curioso es que a pesar de que Chrome OS funcione a la perfección incluso en el dispositivo más básico, siguen existiendo Chromebooks extremadamente potentes como la Pixel (Intel Core I7, 16 GB de RAM), pero debido a las limitaciones de compatibilidad de Chrome OS me parece que tanto poder es innecesario.
Otra ventaja de Chrome OS es que pronto podrá emular cualquier app de Android. De hecho, ya hay varias apps disponibles como Vine, Duolingo, entre otras; en la tienda oficial de Chrome. De esta misma forma, Google le dará las herramientas necesarias a los desarrolladores de Android para que creen versiones de escritorio de sus apps, ampliando así las posibilidades de Chrome OS de forma exponencial.
A parte de su rapidez y simplicidad, no hay nada que destaque en Chrome OS tras mis 6 meses usando un chromebook. Aunque esto es comprensible, ya que su rapidez se basa en lo básico de sus funciones. Ahora, hablemos de lo malo y lo decepcionante de Chrome OS (y lamentablemente, ahí sí tendré mucho más de qué hablar).
Lo Malo
El peor aspecto de Chrome OS es su gran escasez de aplicaciones, programas y funciones que son básicas en otros sistemas operativos. ¿Conocen el dicho “hay una app para todo”? Bueno, eso no aplica en lo absoluto para Chrome OS.
Debo admitir que su catálogo de apps sigue creciendo con cada mes que pasa, pero sigue sin estar cerca de cumplir con las necesidades básicas de los usuarios. Por ejemplo; Chrome OS tiene dificultad incluso con cosas tan simples como la apertura de archivos zip o rar, especialmente cuando están protegidos por contraseña o divididos en varias partes.
Me parece muy gracioso (y en el sentido en el que te ríes para no enojarte y lanzar el portátil por la ventana) que tuve que descargar un paquete de compatibilidad para apps de Android, instalarlo, luego descargar una app de Android especializada en manejo de archivos, convertir dicha app a un formato comprensible para Chrome OS (con la ayuda de otra app) y luego instalar dicha conversión como una extensión del navegador; sólo para poder extraer un archivo RAR que estaba dividido en 3 partes.
Para ser más claro, me parece extremadamente decepcionante que hasta mi móvil con Android pueda manejar archivos y programas con mucha más facilidad que Chrome OS, el cual se supone que es un sistema operativo diseñado para el escritorio.
Sin embargo y como mencioné anteriormente, Google parece haber tomado cartas en el asunto y prometió que pronto las apps de Android serán compatibles con Chrome OS; pero es difícil saber con seguridad cuánto tiempo tardarán en llegar estas aplicaciones y si aún así, se podrá llenar el inmenso vacío de compatibilidad que posee Chrome OS.
¿Qué diferencias notarás al cambiar Windows por Chrome OS?
Lo primero que notarás es que prácticamente todo funciona desde la web. De hecho, muchas de las “apps” que instalas a través de la tienda oficial, son simplemente "atajos" a otra página web.
En lo que respecta al gestor de archivos, podrás manejar tus archivos y documentos sin estar conectado a Internet siempre y cuando estén en una unidad física de almacenamiento. De esta misma forma, Chrome OS se sincroniza con Google Drive para que puedas crear versiones offline de los archivos que tienes en la nube.
En lo que respecta al resto de funciones, Chrome OS es muy similar a Windows y otros sistemas operativos más populares.
Tienes un cajón de aplicaciones y una barra de tareas en la que puedes agregar atajos a tus apps favoritas, tienes un centro de notificaciones y otro para configuraciones rápidas (los cuales también están la barra de tareas), tienes el gestor básico para manejo de archivos que mencioné anteriormente, entre otras cosas.
Básicamente, la curva de aprendizaje es bastante corta y no tardarás más de unas horas en acostumbrarte por completo a Chrome OS. Por esta razón es que los chromebooks son los que más recomiendo a las personas que no tienen mucha experiencia con la tecnología.
Conclusión: ¿A quién le recomiendo un Chromebook?
Cerrando mi reseña de 6 meses usando un chromebook os puedo decir que chrome OS es un excelente sistema operativo para los que pueden hacer todo desde la web, pero se vuelve un inmenso dolor de cabeza si quieres usar una función que no viene instalada por defecto. En este sentido, como ordenador secundario es ideal gracias a su precio, sencillez de uso, gran autonomía y gran ábanico de posibilidades a la hora de gestionar tareas online.
Si necesitas un portátil para un amigo o familiar que se lleva tan bien con la tecnología como Capitán América en la primera película de Los Vengadores (spoiler alert: no se llevan para nada bien), entonces un Chromebook es tu mejor opción.
Pero si requieres de múltiples programas y de software especial para tu trabajo, es mejor que te quedes con Windows, OS X o incluso con Ubuntu; porque todos ellos poseen mejor compatibilidad con software de terceros que Chrome OS.
Con todo, está claro que los chromebooks siguen en pañales y aunque han avanzado mucho a lo largo de los últimos años, todavía les queda un amplio camino por recorrer. Por lo pronto seguiré usando mi Chromebook y recomendándolo a mis amigos y familiares al acecho de un portátil barato con el que llevar su "Vida digital" cómodamente.
En este sentido, si vas a usar un portátil más que nada para ver películas, navegar por la web, consultar redes sociales y manejar algún que otro programa ofimático entonces un chromebook es una gran apuesta que irá mucho mejor que un portátil Windows al mismo precio. Si, por el contrario, te hace falta un equipo potente para correr programas exigentes en el apartado gráfico entonces las carencias de chrome os saltarán rápidamente a la vista. Por lo demás, os invito a echar un ojo al catálogo de chromebooks disponibles en Amazon España aquí.