Es fácil enamorarse del Galaxy S8 cuando uno le mira por primera vez. Ciertamente es un móvil que te entra por los ojos. Pese a su precio notoriamente elevado, desde Mi Mundo Gadget no nos cabe duda de que será un top ventas porque su innovador diseño acoplado a la fama de la gama le avalarán y alzarán a lo más alto.
Cuesta un poco ser coherentes cuando le miramos, por este motivo hemos confeccionado un listado de las principales desventajas del Galaxy S8 para ayudarte a ser fuerte y a resistir la llamativa propuesta de Samsung. ¡Vamos a ello!
Principales Desventajas del Samsung Galaxy S8
Su pantalla es un arma de doble filo
Por más que su atractiva pantalla sea uno de los principales motivos por los cuales nos enamora el Galaxy S8, es también su mayor enemigo. Y es que por un lado tenemos el hecho de que la diagonal de 5.8 pulgadas es demasiado grande para muchos y por otro lado tenemos la fragilidad de la misma al no contar con marcos en los laterales.
Para proteger al hermoso terminal te hará falta una funda pero es justamente el uso de una funda lo que puede echar por tierra significativamente los esfuerzos de Samsung por re-inventar la pantalla.
A su vez, justamente la pantalla sin marcos hace que muchas veces uno la toque por error cuando va a coger el móvil, un problema que fue muy popular con la gama edge de Samsung.
Finalmente, está el tema de la fragilidad y el coste de la reparación. Poniéndonos en lo peor de que se te cae el terminal y se rompe la pantalla, te va a ser mucho más costoso arreglar la pantalla especial del S8 que la pantalla de un terminal "normal". Por situarte, arreglar la pantalla del S7 edge podía costarte fácilmente 150€ en caso de accidentes.
No hay grandes saltos de hardware
Más allá de la pantalla como tal, el interior del Galaxy S8 porta prácticamente las mismas especificaciones que el Galaxy S7 al que le sirve de sucesor. Así las cosas, volvemos a contar con un procesador octa core, 4GB de RAM y elevamos la apuesta del almacenamiento a 64GB en lugar de 32GB.
Es lo que muchos llevamos comentando: hemos llegado a la etapa de madurez de los móviles y ya no hay tantas diferencias en materia de desempeño saltando de una generación a la siguiente. Básicamente con esto venimos a decirte que tienes que valorar si la diferencia de diseño justifica para ti la diferencia de precio de más de 300 euros de un modelo a otro (el S7está a la venta en torno a los 420-470€).
La cámara tampoco ha dado grandes saltos, seguimos contando con un sensor de 12 megapixels y aunque la cámara es muy buena - de las mejores- no tenemos una cámara dual como muchos anticipaban.
Bixby no es un elemento determinante
Puede que en Estados Unidos Bixby sea todo un hit y un motivo para elegir al Galaxy S8 por encima de otros equipos. Sin embargo, en España y Sudamérica Bixby es irrelevante dado que el asistente desarrollado por Samsung solo entiende inglés y coreano, prometiendo "español de Estados Unidos" hacia finales de año y castellano "en un futuro".
A su vez, son muchos los que ya han comenzado a ver en Bixby sus contras al no trabajar tan bien como Samsung anticipaba. Lo cierto es que tras el "fracaso de Siri" que prometía tanto y solo sirve para instrucciones básicas la verdad es que como no veamos muchísimo avance en este terreno no vamos a tropezar dos veces con el mismo asistente.
Su precio no se justifica
Por más que nos guste el diseño del Galaxy S8, su mayor desventaja siempre será su precio. Y es que no encontramos forma de justificar la diferencia de más de 300 euros respecto a otros terminales con el mismo desempeño únicamente por un diseño llamativo.
Evidentemente si esta diferencia de precio no es algo que te preocupe entonces el S8 ciertamente te hará feliz. De lo contrario, para los que no podemos verlo sin considerar su precio nos cuesta mucho ver que vale la pena el gasto pese a no implementar tantas mejoras para ello.
Conclusiones, ¿vale la pena?
Echamos el cierre y terminamos de valorar las principales desventajas del Galaxy S8 diciendo que aunque estemos ante un terminal verdaderamente atractivo a nivel de diseño puede que sea demasiado pronto para animarnos a dar el salto, más cuando esto implica un gasto considerable en el proceso.