Aukey no para. Y es que, si hace nada estábamos compartiendo con vosotros nuestra reseña de su ergonómico y atractivo hub, el CB-C72 -un nombre super atractivo por cierto- hoy nos toca hacer lo suyo con un pendrive que la firma ha lanzado exclusivamente para quienes tienen un iPhone ó un iPad.
Concretamente, te estamos hablando acerca del pendrive Aukey CB-UD2, una memoria compacta de 64 GB que nos llega con la interfaz USB 3.0 para brindarnos con la máxima velocidad de conexión entre dispositivos haciendo uso del último estándar de conectividad.
Aukey CB-UD2: Review/Reseña/Análisis de un gadget que no puede faltar en tu día a día
¿Cómo funciona?
Bien, la única pega que podríamos adjudicarle al nuevo Aukey CB-UD2 es que no hace uso del sistema de archivos que Apple ha implementado este pasado año tanto en su versión de iOS para iPhones como en el denominado iPadOS que viene a ser una variante un poco más compleja del sistema operativo para los smartphones de la empresa.
En este sentido, al conectar el pendrive de Aukey al iPad ó al iPhone se abrirá rápidamente la app store donde veremos la opción de descargar una aplicación que lleva el nombre de AGP File, el sistema gestor de archivos que va a utilizar el pendrive. Vale mencionar que también podemos hacer uso de la aplicación Y Disk HD.
¿Qué vamos a poder hacer con el pendrive?
Con el CB-UD2 vamos a poder copiar fotografías, vídeos, contactos y más. Básicamente vamos a poder hacer todo lo que haríamos con un pendrive si se tratase de un ordenador; traspasar información de un punto a otro o bien almacenarla en el pendrive como tal.
Destaca, en cualquier caso, la intuitiva interfaz que tienen ambas aplicaciones citadas y que automáticamente nos van a detectar aquellas fotos ó videos de los cuales no hemos hecho copias anteriores en nuestros iDispositivos ahorrándonos así más que un dolor de cabeza a la hora de usar el pendrive de forma espaciada en el tiempo.
Se trata de una herramienta especialmente útil cuando quieres pasar grandes archivos desde el ordenador al iPhone/iPad sin tener que desplegar iTunes y toda la complejidad que aquello entraña. Lo mismo a la hora de pasar nuestras fotografías del iPhone/iPad al mac.
Y es que, quienes tienen un mac saben que para hacer un traspaso de fotografías entre Mac y iPhone es una larga historia con lo que poder hacerlo rápida y sencillamente con un pendrive sencillamente vale su peso en oro.
¿Qué no podemos hacer con el pendrive de Aukey?
Como cabe esperar, el pendrive no puede utilizarse para almacenar aplicaciones ni mucho menos para ampliar el almacenamiento interno del dispositivo como algunos usuarios podrían creer.
Al fin y al cabo no deja de ser una unidad externa de almacenamiento cuyo principal objetivo es "aliviar" el almacenamiento interno que tenemos en nuestros iDispositivos cosa de que no estemos constantemente con el mensaje de "almacenamiento interno lleno" que siempre nos paraliza a la hora de descargar vídeos o bien hacer fotografías.
A su vez, es importante mencionar que la transferencia máxima en un solo "movimiento" por llamarle de algún modo es de 4 GB, algo que también experimentamos cuando, por ejemplo, deseamos copiar archivos desde un terminal Android a nuestro Mac, una curiosa limitación impuesta por el sistema.
Conclusión: ¿Vale la pena?
Siendo completamente sinceros, hemos reseñado varios productos de Aukey en el pasado pero este es uno de aquellos a los que más "ganas" le teníamos.
Y es que, su ajustado precio (no llega a los 10 euros al momento de publicar este post) sumado a su compacto diseño, elevada capacidad de almacenamiento (64 GB) y diseño convertible (por un lado se conecta al iPhone y por el otro al ordenador) hacen de este pendrive uno de los gadgets absolutamente indispensables para todo aquel que cuente con un iPhone ó un iPad.
Con un gadget barato y de uso intuitivo como es el Aukey CB-UD2, podrás despedirte finalmente del mensaje de "Ya no te queda almacenamiento" al poder transferir de forma rápida y sencilla las fotografías y vídeos que más ocupan en tu dispositivo sin despeinarte. Vamos, que tampoco es para pensárselo la verdad.